Marruecos es un país maravilloso, sus paisajes naturales te impresionan, sus colores y diseños artesanales y arquitectonicos no tienen comparación, la población marroqui es acogedora, servicial, sonriente y amable.
Sin embargo como todo país en este mundo, Marruecos también tiene ciertas desventajas o situaciones dificiles de comprender al momento de visitarlo . Es importante aclarar que ciertamente algunas de estas situaciones pueden ser consideradas totalmente normales, aceptables entre marroquis, pero para el extranjero o turista, estas situaciones pueden ser molestas, imcomprensibles o ilógicas.
LOS PIROPOS EN LAS CALLES:
Aunque soy colombiana y crecí en un ambiente en donde es considerado normal y aceptable que los hombres echen flores, coqueteen o cortejen a las mujeres en la calle (aunque muchas veces solo se trata de vulgaridades y comentarios sexistas), después de vivir 6 años en Francia (en donde hacer este tipo de contacto o acercamiento es considerado acoso sexual) perdí la costumbre de recibir este tipo de piropos mientras camino tranquilamente en la calle, mientras me muevo en el metro o tomo café o cerveza en alguna terraza.
Al llegar a Casablanca me reencontré con ese tipo de comentarios mientras me paseaba por la antigua medina y aunque ellos hablaban en su lengua materna, el árabe, su mirada y su tono me hacian entender que se trataba de uno de esos piropos que no extrañaba de los hombres de mi país.
TOMAR FOTOS DE LOS LOCALES:
Igualmente, cuando descubres un nuevo país estas encantado con todo lo que ves a tu alrededor y quieres compartirlo con los demás a través de las fotos que tomas. Entre esos encantos de un nuevo lugar esta su gente, sus costumbres, su vestimenta, sus alimentos, sus gestos o sus expresiones corporales. Luego de mi experiencia en India, donde me sorprendi por la cantidad de personas que me pedian regalarles fotos con ellos y en el cual era totalmente tolerable tomar fotos de ellos también, me encontré con marroquis totalmente intolerables a ser fotografiados. Incluso me sentí totalmente agredida por querer tomar una foto de un pequeño puesto de artesanías en un souk (mercado local) en el que desafortunadamente habia un hombre que podría salir en mi foto.
LAS PROPINAS:
Otro aspecto que no me gusto mucho fue el de tener que dar «tip» o propina en cada lado y por cualquier servicio. Cuando fui a Marruecos fui con un circuito o tour al que pagué por adelantado. Y aunque la mayoría de los servicios ya estaban incluídos, las propinas en los restaurantes, a la salida de los baños públicos (asi estuvieran sucios), de los bares, de los hoteles, de los guias informales en los mercados o las ciudades crean un presupuesto más alto al que normalmente se habia previsto para el viaje. De la misma manera, me impresionó como los niños (sobretodo en los pueblitos y los paraderos sobre carreteras) se acercan, articulan algunas palabras en inglés o francés, tratan de hacerte la conversa y luego terminan pidiendote dinero (¡incluso euros!). Yo diría que para ellos, los extranjeros o visitantes solo sirven para darles dinero.
EL REY DE MARRUECOS:
Es también bastante impresionante ver como la monarquía está presente en cada lugar de Marruecos, desde los lugares institucionales hasta los espacios más intimos como en los hogares. Cuando llegué al aeropuerto de Casablanca, al llegar al espacio de migración me cautivo un cuadro enorme con la foto de un señor joven, elegante. Comprendí que era algo asi como el presidente, en este caso, del rey. De la misma manera mientras recorria la vieja medina de la ciudad, me topé con una pared especialmente decorada para él, como quien dice, el Dalai Lama o el mismisimo Jésus. En el Café de France, en Marrackech también me encontre con un muro dedicado a la familia real: fotos del nuevo rey, su esposa, sus hijos, sus hobbies como cualquier super estrella de Hollywood. Hasta me da la impresión de una cierta idolatria…
EL TE DE MENTA:
El té de menta para los marroquís es como el café para los colombianos, el mate para los argentinos o el masala tea para los indios. Hasta en la casa más humilde te reciben con té de menta recien preparado, mani o galleticas tradicionales para darte la bienvenida y hacerte sentir en casa. Lo que más impresiona es que a pesar del calor que hace, el té debe tomarse según su tradición, bien caliente (y sin soplar porque ellos creen que soplando contaminas la comida con los germenes que salen de tu boca al hacerlo, según me explicó mi guía) y existe toda una técnica para prepararla y servirla.
Me encanta compartir mis experiencias e impresiones sobre Marruecos con ustedes. Si ya han visitado Marruecos y tienen otros aspectos que les ha impresionado de este país, ni duden en comentarlo y compartirlo con nosotros también.
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Con mucho gusto Catherine. Esta es la idea de este blog, de compartirles mis experiencias, impresiones personales para que ustedes puedan entender y disfrutar al máximo cuando tengan la oportunidad de ir. 🙂
Gracias, es muy bueno saber este tipo de cosas antes de ir al país, así se puede estar más preparado y entender Cúando las cosas malas pasen. Y bueno también disfrutar de lo bonito del país.